El Origen Volcánico del Sistema Montañoso en las Islas Canarias

El sistema montañoso del Teide y las Islas Canarias es uno de los más singulares de España, no solo por su origen volcánico, sino también por la diversidad de paisajes que ofrece. Este archipiélago, situado frente a la costa noroeste de África, emergió del fondo del océano Atlántico hace millones de años, cuando erupciones volcánicas formaron las islas a partir de la lava. A día de hoy, los volcanes siguen activos, moldeando el paisaje de estas islas y creando un terreno montañoso inimitable en el mundo.

La actividad volcánica es la característica más destacada del relieve canario. La formación de las islas, en un proceso que sigue en marcha, ha dado lugar a elevaciones de gran envergadura, siendo el Teide la más imponente de todas. Este volcán es el tercero más alto del mundo medido desde su base en el océano, y domina la isla de Tenerife con sus 3.718 metros de altura. Las erupciones han esculpido cráteres y rocas volcánicas que confieren a Canarias su carácter dramático, creando picos que se alzan sobre campos de lava y zonas áridas que se funden con exuberantes paisajes verdes.

El Relieve Volcánico de Canarias: Un Paisaje de Fuego

Las Islas Canarias nacieron del fuego, y es precisamente esa fuerza la que ha modelado el relieve volcánico que hoy caracteriza a este archipiélago. Durante millones de años, los volcanes han esculpido las cumbres y formaciones montañosas que son hoy una atracción geológica y turística de primer nivel. Estas islas, lejos de ser un entorno estático, siguen evolucionando, con recientes erupciones que, como la de Cumbre Vieja en La Palma, recuerdan que las montañas de fuego no han dejado de estar activas.

Este terreno volcánico ha creado un paisaje dramático y diverso, con coladas de lava solidificada, cráteres y conos volcánicos que se alternan con zonas de fértiles valles y bosques únicos. Las islas presentan una topografía accidentada y de fuertes contrastes, que varía desde las altas cumbres hasta la costa, donde los acantilados parecen surgir abruptamente del océano. Este relieve único es lo que hace de las Canarias un lugar tan especial, no solo desde el punto de vista natural, sino también para el estudio geológico.

Las Montañas Más Importantes del Archipiélago Canario

Las Islas Canarias albergan una diversidad de montañas que destacan por su origen volcánico y la majestuosidad de sus paisajes. Entre las más importantes se encuentran:

  • El Teide: Este volcán, ubicado en Tenerife, es el pico más alto de España y el tercer volcán más grande del mundo. El Parque Nacional del Teide es un lugar protegido, Patrimonio de la Humanidad, y representa el símbolo natural más icónico de Canarias. Su cumbre nevada en invierno contrasta con el paisaje árido y volcánico de sus alrededores.

  • Macizo de Anaga: Situado también en Tenerife, el Macizo de Anaga es una de las áreas más antiguas de la isla. Esta formación montañosa es un lugar de alta biodiversidad, cubierto de un frondoso bosque de laurisilva, vestigio de la era cenozoica.

  • Pico de las Nieves: Este es el punto más alto de Gran Canaria, con 1.949 metros de altitud. Desde su cima, se pueden observar vistas impresionantes que abarcan gran parte de la isla, destacando los barrancos y montañas circundantes.

  • Cumbre Vieja: Situada en La Palma, esta formación montañosa es conocida por su reciente actividad volcánica. La erupción del volcán en 2021 fue un recordatorio de que las montañas de Canarias siguen vivas y en proceso de transformación.

Vista de la Caldera de Taburiente en La Palma con montañas verdes y terreno típco de Canarias.

El Teide: El Gigante Dormido de Tenerife

Con sus 3.718 metros, el Teide es el gigante dormido que domina la isla de Tenerife y, de hecho, todo el archipiélago canario. Este imponente volcán es la tercera estructura volcánica más grande del mundo si se mide desde su base submarina. La última erupción del Teide ocurrió en 1909, y aunque hoy permanece en calma, sigue siendo una de las principales atracciones geológicas y turísticas de Canarias.

El Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no solo es un ejemplo de la majestuosidad volcánica de Canarias, sino también un lugar donde se encuentran paisajes que parecen de otro planeta. Entre cráteres y coladas de lava petrificada, la flora endémica, como el tajinaste rojo, añade un toque de color al paisaje desértico. Además, el Teide es un lugar clave para la observación astronómica, debido a la claridad de sus cielos.

En el Parque Nacional del Teide, ciertas actividades están sujetas a regulación, por lo que es necesario contar con una autorización previa del parque nacional para por ejemplo acceder al pico o realizar vivac. Hazte con tu permiso para acceder al punto más alto del Teide en este enlace.

Los Macizos y Cumbres de Gran Canaria y La Palma

En Gran Canaria, el Pico de las Nieves y el Roque Nublo son dos de las cumbres más destacadas. Estas montañas, formadas también por actividad volcánica, ofrecen paisajes espectaculares de barrancos y formaciones rocosas que contrastan con el cielo azul del Atlántico. En el caso de La Palma, la Cumbre Vieja ha ganado notoriedad reciente debido a la erupción volcánica de 2021, que transformó radicalmente el paisaje de la isla, creando nuevas zonas de lava y cambiando la fisonomía de su relieve.

El Macizo de Anaga, en Tenerife, y las Cumbres de Gran Canaria son también ejemplos de cómo la actividad volcánica ha dado forma a un relieve accidentado, con elevaciones abruptas y barrancos profundos. Estas zonas son, además, reservas de biodiversidad, con especies vegetales únicas que han evolucionado en estos ecosistemas aislados.

Mar de nubes sobre la Caldera de Taburiente en La Palma, con vistas desde uno de sus puntos más altos.

Protección de los Parques Naturales y Áreas Montañosas en Canarias

Dado el valor natural y geológico de las montañas y volcanes en Canarias, la protección de estas áreas es fundamental. El Parque Nacional del Teide y el Parque Natural de Anaga son ejemplos de zonas que gozan de protección especial para preservar tanto el patrimonio natural como la biodiversidad de las islas.

Además, la actividad humana en torno a los volcanes, como el turismo, debe gestionarse de manera sostenible. La capacidad de atracción turística de las montañas canarias es innegable, pero es crucial que las visitas a estos lugares se realicen respetando los ecosistemas locales. Así, las generaciones futuras podrán seguir disfrutando de estos parajes únicos.

El Impacto de la Actividad Volcánica en el Relieve Canario

El continuo proceso de formación volcánica es responsable de la morfología única del relieve canario. Las erupciones han creado no solo montañas, sino también extensos campos de lava, conos volcánicos y cráteres que forman parte del paisaje. Un ejemplo reciente es la erupción de Cumbre Vieja, en La Palma, que cubrió áreas enteras con lava y cambió para siempre el terreno.

Desde un punto de vista geológico, Canarias ofrece un verdadero laboratorio natural para el estudio de la vulcanología. La presencia de volcanes activos y el constante riesgo de erupciones hacen que estas islas sean un terreno fértil para la investigación científica, pero también un reto para sus habitantes, que han aprendido a convivir con la naturaleza cambiante de su entorno.

La Biodiversidad y el Clima en las Alturas de Canarias

La variedad de climas en las Islas Canarias está directamente relacionada con su orografía. A medida que se asciende en altura, el paisaje cambia drásticamente. Desde los áridos desiertos volcánicos hasta los frondosos bosques de laurisilva en el Macizo de Anaga, la biodiversidad canaria es sorprendentemente rica. En las zonas montañosas, especies endémicas como el tajinaste rojo o el pino canario se han adaptado a las duras condiciones del entorno volcánico, mientras que en las alturas, los bosques nublados dependen de los vientos alisios para recibir la humedad necesaria.

En estas áreas elevadas, la biodiversidad no solo es fascinante por su riqueza, sino también por su fragilidad. Muchas especies vegetales, como el Lotus maculatus, se encuentran en peligro crítico de extinción, y la intervención humana debe ser cuidadosa para no alterar estos ecosistemas delicados.

Bosque de laurisilva en el Parque Nacional de Garajonay, un refugio de biodiversidad en La Gomera.
Alex Prieto

Alex Prieto

Redactor en TREKKINGSIERRA

Soy un apasionado de las montañas con 26 años de experiencia en la vida y varios años explorando las cumbres de España. Este hobby no solo ha transformado mi salud y mi perspectiva, sino que también me ha permitido conectar con personas increíbles y descubrir una ambición sin límites.

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